sábado, 19 de julio de 2008

vómito

hay veces en que siento que no pertenezco a ninguna aldea...

jueves, 10 de julio de 2008

Roberto Carlos sos un mentiroso!

En esos días de reflexión llego a conclusiones muy drásticas. Es mentira, no se puede y no es divertido tener un millón de amigos. ¿Por qué tal afirmación? Bueno, porque la realidad es que si uno tuviese un millón de amigos realmente no tendría tiempo suficiente para verlos a todos, y cultivar la relación con cada uno.
Es que, hay que ser absolutamente honesto, ya se complica con el trabajo, la facultad, y las actividades que uno haga como para encima tener que andar procurando que nadie se enoje por que "no se le dedica tiempo". "Nunca podés venir", "No respondés llamados", "Siempre salís con los otros", "¡¡¡NUNCA ESTÁS!!!".
Pero chee... que feoo que te digan lo último.
Hay que establecer prioridades y saber quiénes son en realidad esas personas a quienes llamamos "amigos". Por que, podemos tener compañeros, conocidos, falsos amigos, gente con la que compartimos el mismo oxígeno por X razón, etc, etc, etc...Pero amigos de verdad, personas que las llamás a las 4:02 de la madrugada llorando, en estado etílico, con furia, o cualquier otro sentimiento, y que prestan el oído y las palabras para contenerte son pocos, y escasean más que cualquier recurso natural de la tierra.
A tan sólo diez días del "Día del amigo" (celebración que nació gracias a la llegada del hombre a la luna), me pongo a pensar en quiénes son realmente esas personas que integran mi top, aquellos quienes hacen de mi vida un vacío cuando no los veo o no puedo hablar con ellos.
Ah...duele tener que seleccionar ¿no?. De todos modos, hay espacio suficiente para todos aquellos que valen la pena.
Siempre me gustó ser sociable, pero la experiencia me ha demostrado que no podés intimar con todos los seres humanos que se te crucen por el camino.
Así que mi conclusión es la siguiente: ocupate de quiénes tenés que ocuparte, y si hay tiempo permitite compartir un café o una cerveza con algún extraño, probablemente te enseñe algo que otros no hayan podido enseñarte.